Los peligros de las redes sociales se relacionan con la protección de los datos personales siendo de carácter confidencial
considerada información individual, intima, personal y privada.
Para estar a salvo en los sitios de redes sociales hay que tener en cuenta lo siguiente:
– No se crea todo lo que lee en línea. Sospeche cuando alguien desea saber mucho sobre usted, es demasiado halagador o parece esforzarse demasiado por ayudarlo.
– Cuidado con lo que escribe. Nunca escriba en un blog sus datos personales como nombre completo, dirección o la empresa donde trabaja o la escuela donde estudia.
– Proteja el acceso a su información. Si cree que debe utilizar sitios de redes sociales, utilice aquellos que le permiten
proteger sus información con contraseñas. Ésta es la mejor manera de limitar el acceso solamente a personas que ha designado como amigos.
– Frente a los acosadores cibernéticos. Si se encuentra en una situación en la que alguien está publicando información
difamatoria sobre usted, puede hacer algo. Los adolescentes deben comunicárselo a sus padres y estos pueden ponerse en contacto con la red social y presentar su queja. Ademas, siempre existe la opción de iniciar acciones legales si estas actividades se vuelven incontrolables.
– Vigile las actividades de sus hijos. Pida a sus hijos que le dejen ver su página de perfil pero concédales un momento para
eliminar cualquier cosa que saben que no debería estar ahí, es una forma de enseñar al niño lo que no debe de publicarse.
Según expone el Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación (INTECO) en la guía “Protección legal de los menores en
Internet”, en Internet podemos distinguir tres peligros potenciales:
– personales (riesgos de seguridad en foros, chats..)
– de contenido (acceso a archivos con contenidos sexual, violencia…)
– de adicción (muchas veces el uso de Internet genera dependencia).
En base a estos peligros han aparecido en nuestra sociedad nuevos términos tales como ciberbuylling, grooming y sexting, nuevas formas de delito en los cuales los ciberdelicuentes se aprovecha de la ingenuidad de los adolescentes y de las facilidades que les ofrece la red para acceder a ellos y a su información personal tanto virtual como físicamente.
– El Sexting consiste en el envío de textos, especialmente a través del teléfono móvil, de fotografías y vídeos con contenido de
cierto nivel sexual, tomadas o grabados por el protagonista de los mismos. La gente practica el “sexting” para exhibirse, atraer
a alguien, mostrar interés por alguien o demostrar compromiso. Pero el problema aparece cuando termina la relación, ya que la otra persona se queda con material muy comprometedor.
– El ciberbullying o ciberacoso es la conducta que se define como acoso entre iguales, son actuaciones de chantaje, vejaciones e
insultos de niños a otros niños, mediante los medios de comunicación como el correo electrónico, la mensajería instantánea, las redes sociales, la mensajería de texto a través de teléfonos o dispositivos móviles o la publicación de vídeos y fotografías en
plataformas electrónicas.
– El grooming no es otra cosa que el acoso sexual que sufre un menor por parte de un adulto a través de la Red, medio a través
del cual, el acosador, haciendo uso de estrategias o artimañas (perfiles falsos, edad ficticia, etc.), se gana la confianza del
menor hasta el punto de hacerse tan amigo suyo/a que conseguirá que éste acceda a proporcionarle vía fotografía, webcam, vídeos, fotos o imágenes comprometidas que, acto seguido, utilizará como arma intimidatoria para conseguir no solo más material de este tipo sino incluso encuentros sexuales físicos.
La redes sociales ofrecen infinitas posibilidades, tales como, entrar en contacto con la gente de otros países y culturas,
mantener el contacto con personas que viven a larga distancia, intercambiar experiencias y conocimientos e incluso dinamizar
movimiento culturales y políticos mediante el contacto con los usuarios. Pero a pesar de estos beneficios debemos tener en
cuenta que haciendo un mal uso de ellas estaremos expuestos a sus peligros, ya que a través de ellas, si no llevamos a cabo unos mínimos protocolos de seguridad, nuestra información personal estará al alcance de cualquier usuario de la red con las
consecuencias que esto conlleva.